lunes, 27 de julio de 2015

Sucederás, lo sé.

“Sucederás como sucede todo lo que es arrojo del destino. Como sucede mi suerte, el cielo limpio o la flor celeste, sucederás porque lo grita mi corazón.

Sucederás porque yo soy la mitad de un camino que sólo tú haces puerto. Sucederás porque está escrito en la fuerza de mis manos, que son ciegas anclas del mar que en tus abrazos solo buscan.

Sucederás porque no pueden mentirme las estrellas, tú brillas desde un lugar escondido que todavía no encuentro.
Pero brillas más que todas ellas…”




miércoles, 7 de enero de 2015

2015

2015... Sigo acá. Sigo como siempre. Sigo en el mismo lugar de siempre. Bueno, aunque a decir verdad a esta altura, he conseguido dos de las cosas que más quería en la vida. Las tengo. Son una realidad. Gracias a ellos las tengo y son realidad. En ese punto, no me puedo quejar. No me esforcé en lo absoluto por conseguirlo, pero puedo decir "sueño cumplido". Creo que yo, la eterna desafortunada, por una vez en la vida tuvo suerte. Y gracias, gracias, gracias a quienes las merecen... A veces no me doy cuenta de lo que tengo. Y la verdad es que soy muy afortunada.

Ahora bien. Por otro lado, todo sigue igual. Nada se ha modificado por más que lo desee, lo sueñe, lo anhele. Sé muy bien que depende de mí, que es mi culpa. Pero no en lo absoluto. Soy responsable del 50 % que me corresponde, con el resto yo ya no puedo hacer nada. Sí. Estoy hablando de amor. Muchas veces llegué a la conclusión de que estoy destinada a no ser amada. Lamentablemente el amor no es para mí. Me cansé de esperar y hasta de llorar por algo que parece nunca va a llegar. Punto final y adiós también a los sueños que de él se desprenden... Ya no tengo más ganas de esperar, de soñar y de ilusionarme. Bueno, ilusionarme siempre lo hago yo sola, y que mal me va. Tampoco tengo más ganas de llorar. Ese hueco en el pecho, esa sensación de angustia y ese sentimiento de soledad no creo que vayan a desaparecer alguna vez. Mi vida es así: vana, vacía e inútil. Pero no puedo hacer nada. Si es el "destino" que me tocó, sinceramente lo único que se puede hacer, es aceptarlo. Nada más.

En cuanto a otros aspectos de mi vida, me di cuenta que desaparecer sólo me demostró quien vale la pena y quien no. Aunque interiormente lo sabía. Y ¡ya fue! Siempre digo que no me voy a calentar más por como son las cosa, pero al final lo hago y ésta vez ya no lo quiero hacer más. Yo voy a elegir a quien realmente tiene sentido elegir. Los demás, todo bien, les deseo lo mejor, pero yo ya no participo más en éste juego de hipocresía. Lo bueno es que una vez se escuchó de mi boca  decir que la amistad no existe. Sólo existen las relaciones por conveniencia. Tengo miles de razones que justifican mi postura. Y de todas esas pocas relaciones, sólo una demostró ser la más leal. Por eso una de las cosas que me propongo este año es fortalecer lo que es de verdad y dejar de lado (para que, tal vez, se disuelva  y llegue a un  fin) lo que no tiene sentido de ser. Lo lamento, pero entiendo que va a ser lo mejor. Ojalá la vida me sorprenda con nuevas personas. Hay que soltar para que nuevas y mejores cosas lleguen a uno.

Estoy decidida a cambiar. Por una vez en la vida tengo que hacer las cosas bien y dejar de seguir así. Tan deprimida, tan inestable e incluso frágil. Dicen que <<Estar vivo no significa tener una vida>> Y la verdad es que yo siento que no la tengo pero también siento que tampoco estoy viva. Y digo: ¡Basta! Me propongo cambiar y lo voy a hacer sin rendirme, sin mirar atrás. Porque sé que es lo mejor que pueda hacer y porque el resultado final va a ser lo mejor que jamás haya podido desear. Por mí, y solamente por mí lo voy a hacer. Sólo tengo que poner fecha de inicio para empezar a vivir.

Deseo solo cosas buenas. Un 2015 de cosas buenas. Basta de tanta mala racha, basta de tristezas. Basta de todo. Solo cosas buenas por favor!!!


¡Salud!